¿Hasta cuándo, les preguntamos, señoras y señores legisladores, vamos a permitir que nos sigamos matando para atajar el tráfico de drogas hacia un país que invierte más en su consumo que en educación superior?
Yo me asusto todo el tiempo. Intento que no tenga impacto en las decisiones de si hacer algo o no. Creo que puedes separarte a ti mismo de tus miedos. Sabes qué debes hacer, y da miedo hacerlo. Pero odiaría permitir que el hecho de que tenga miedo de hacer algo me haga no hacerlo. Acaba definiéndote.
En las relaciones personales, o en el trabajo, desde el momento en que uno sabe cuáles son sus valores puede conceder prioridad a la manifestación de lo que le importa más, concentrando sus energías en conseguirlo.
La buena gente hace un daño enorme. Y por supuesto, el peor daño es conceder tanta importancia a la maldad. Es absurdo dividir a la gente en buena y mala. La gente es encantadora o aburrida.
Debemos aceptar la decepción finita, pero nunca debemos perder la esperanza infinita
A veces pensamos que hemos escogido el camino correcto y cuando observamos que no es así, no somos capaces de parar y volver al camino. ¿Sabes por qué? Por los egos y el orgullo. Es muy dificil aceptar una equivocación. Además la mayoría de los seres nos dejamos engañar por nuestros pensamientos que se transforman en deseos de alcanzar lo que no tenemos o de estar en otro lugar.
Sólo el amor hace condescender el goce al deseo.
Cuando uno bebe, a lo que quiere llegar es al último vaso. Beber es, literalmente, hacer todo lo posible para acceder al último vaso. Eso es lo que interesa.
Creo muchísimo en el poder de la información así que he decidido pasar la vida dedicándome a decir lo importante que es el acceso a la información y asegurarnos que tengamos libertad de expresión y que todo el mundo pueda acceder a ella
... es un tópico manoseado que nada se puede expresar con tal corrección que no se lo pueda viciar interpretándose mal.
No puedo dejar de pensar que el mundo entero se mueve, lo siento así, y sé que no soy más que una mota minúscula en la inmensidad, una mota controlada por algún poder terrible que ni siquiera veo. Incluso mientras estoy sentada pensando, mi destino es cambiado poco a poco. Mis pensamientos parecen trazar círculos y más círculos.
Me agradan las mujeres hermosas que se lavan con agua pura, los chistosos que no preparan sus chistes y los literatos que escriben sin pensar en la imprenta.
El buen ciudadano es aquel que no puede tolerar en su patria un poder que pretende hacerse superior a las leyes.
La tolerancia es una actitud ambigua. tolerar es juzgar y considerarse muy bueno por aceptar al otro. Es necesario avanzar en otra dirección, tomando en cuenta como enriquecedoras las aportaciones del otro que difieren con las nuestras. Más diferentes, más ricas.
La vida, biológicamente, es lucha, y el que rehúsa esta lucha degenera. renunciar a la lucha no es virtud, sino cobardía. La lucha es biológicamente necesaria para la conservación de las especies
El alma humana puede desarrollar su vida ideal, dentro de lo posible, en una unión dinámica con el mundo; y puesto que esta unión implica diferencia, ningún alma necesita siquiera intentar imponer su lenguaje ni sus costumbres a las otras partes de la naturaleza, ni renunciar o negar la originalidad de sus propias ideas y placeres.
Descubrí que no soy disciplinado por virtud, sino como reacción contra mi negligencia; que parezco generoso por encubrir mi mezquindad, que me paso de prudente por mal pensado, que soy conciliador para no sucumbir a mis cóleras reprimidas, que sólo soy puntual para que no se sepa cuan poco me importa el tiempo ajeno. Descubrí, en fin, que el amor no es un estado del alma sino un signo del zodiaco.
El remedio para librarse de una tentación: sucumbir a ella. Si resistís, vuestra alma enfermará de deseo
Si uno conoce a los actores y aprende las normas y la jerga, se desenvuelve a la perfección, como en cualquier otro lugar. Hay que ajustarse a la etiqueta local y no cabrear a la gente.
La vida consiste en ajustarse a las condiciones reales y tomar las cosas como realmente son, no como uno desearía que fueran.
Conocer el pasado es una forma de liberarse de él porque sólo la verdad permite asentir o repudiar con total lucidez.
Contemplarme a mí mismo es como contemplar a todos los demás. Yo me observo a través de mi hijo también.. Lo más duro es enfrentarte a ti mismo.
Las palabras deben ser como cristales transparentes y puros que permitan contemplar el mundo a través de ellas.
El color no tiene fin. Cada color expresa un momento, una emoción y como yo quiero rendir homenaje a los colores aún después de muerto, pinté yo mismo mi ataúd con los colores argentinos por dentro, y por fuera con los siete del arco iris.
Haremos brotar la vida, desde esta muerte que nos sirven en la mesa, en sus hospitales, escuelas, universidades; nuestro cielo está estrellado y todas están de pie listos para rendir el examen de la historia.