Las grandes dificultades no consistieron sólo en luchar con el adversario, pues que con la bandera de los principios interpretados y cumplidos con integridad, era bastante para dominarlo. La dificultad enorme consistió más que nada en hacer que en su seno se mantuviera intacta esa integridad de principios y de postulados indeclinables.
Yo no quiero perras, yo quiero guerrilleras, que como Ensslin hagan de la solidaridad su bandera