Un soldado feliz no adquiere ningún derecho para mandar a su patria. No es el arbitro de las leyes ni del gobierno. Es defensor de su libertad
El fútbol no es un juego perfecto. No comprendo por qué se quiere que el árbitro lo sea
El Rey sirvió de apaciguador de fieras irredentistas en la época de la transición, cuando durante varios años la pelota democrática estuvo en el alero. Después ha sabido colaborar a difundir una imagen positiva y razonablemente glamurosa de España por el mundo
Un buen negociador nunca confía
Considero al ecléctico como un ser altamente perjudicial para el triunfo de toda idea grande.
Si soy un ecléctico es porque me gusta el cine. Yo voy mucho al cine y a veces me gusta de alguna manera reproducir el placer que experimento ante unas imágenes. Mi deseo de hacer cine viene de ahí y de ningún otro sitio. En primer lugar hay que haber visto y amado unas películas para sentir el deseo de hacer cine.