No supongas que la matemática es dura y avinagrada y repulsiva para el sentido común. Se trata simplemente de la idealización del sentido común.
El deber que se impone a todo cristiano es el de mirar la realidad de frente, el de ser plenamente consciente. Nada más opuesto al cristianismo que la idealización de la realidad.
La concepción materialista de la Historia parte de la preposición de que la producción de los medios para el sostenimiento de la vida humana, y, después de la producción, el cambio de las cosas producidas, constituyen la base de toda la estructura social
Servir a la humanidad es un deber igual que el que nos dicta nuestra fidelidad a la nación. Así es como nos encaminaremos hacia la concepción de un mundo en el que se apreciarán cada vez más la visión y la búsqueda de los que une a las naciones, de lo que les es común, y en el que se conciliará lo que las distingue y las opone.