Creo que será verdaderamente glorioso cuando las mujeres sean personas realmente auténticas y tenga todo el mundo abierto a ellas.
Es necesario un diálogo abierto y franco entre quienes representan la fe cristiana y los no creyentes en sus distintas modalidades. Tenemos la responsabilidad conjunta de recuperar el equilibrio entre nuestro poder técnico y nuestra capacidad moral.
David le ganó una vez a Goliat hace 3.300 años o 3.400 años. David nunca más ha ganado a Goliat. Siempre ha ganado Goliat, por eso aparece en la Biblia Y nosotros somos David, con lo cual el camino debe de ser el de la convicción y el de la cooperación, primero por convencimiento, y segundo, porque desde la confrontación perdemos.
A veces es necesaria la confrontación y eso me gusta.
Habláis de Pedro León y parece que me preguntáis por Zidane o Maradona. Es un óptimo jugador, pero hace dos días jugaba en el Getafe. No ha sido convocado un partido y parece que estamos hablando de Maradona, Zidane o Di Stefano.
Una sublevación de cuarteles ha lanzado del poder a un partido y ha instalado a otro. Esta operación ha necesitado ciento cincuenta heridos y sesenta muertos.
El fracaso no es un evento aislado y catastrófico. No fallas de la noche a la mañana, fracasar se compone de errores en tu juicio repetidos día a día
La vida fluye incesable y uniforme; duermo, trabajo, discurro por Madrid, hojeo al azar un libro nuevo, escribo bien o mal -seguramente mal- con fervor o con desmayo. De rato en rato me tumbo en un diván y contemplo el cielo, añil y ceniza. ¿Y por qué había de saltar de improviso el evento impensado?.
El amor es el único juego que pierdes, simplemente por rehusarte a jugarlo.
¿Nos damos cuenta que somos esclavos de la palabra? El comunista es esclavo de las palabras Marx, Stalin, etc. Y el llamado cristiano es esclavo del símbolo, la cruz, y todo el juego de las palabras relativas a eso. Id a Roma, id a cualquier parte, y todo lo que hay es la palabra
El éxito que tuve en el match contra Capablanca se debe, ante todo, a mi superioridad psicológica. Capablanca jugaba confiando casi exclusivamente en su extraordinario talento intuitivo. En general, hay que conocer bien al adversario antes de empezar a jugar. Así, la partida se convierte en el medidor del individualismo y del amor propio, que juega un papel enorme en el resultado del juego
Cuando Botvínnik jugó contra Tal, no hubo color en el primer match y eso fue absolutamente normal. Lo anormal fue su posterior derrota.