Porque estos periódicos tan celosos de la censura oficial se autocensuran cuando se trata del avisador; el columnista no debe chocar con la administración. Las doctrinas, los hechos, los hombres, se discriminan en función del aviso; así hay tabúes tácitos y se sabe que no se debe mencionar, que camino no hay que aconsejar, que cosas son inconvenientes.
El periodismo al que me dedico, que es el escrito, de plumilla, de articulista y reportera, es un género literario como cualquier otro, equiparable a la poesía, a la ficción, al drama, al ensayo. Y puede alcanzar cotas de excelencia literaria tan altas como un libro de poemas o una novela.
Todo animador esta loco por los juguetes.
¿Pero la función del analista no es acaso la de escuchar todas las demandas, no para responderlas es cierto pero sí para desplazarlas, esclarecerlas, disolverlas?
El analista no es el que sabe, quien sabe es el analizante (analizante=paciente según la psicología de visos conductistas), es el supuesto al saber
Si usted quiere componer el libro, aquí tiene pluma, aquí tiene papel, aquí tiene un admirador; pero, si solamente quiere leerlo, quédese quieta, vaya de línea en línea; admito que bostece entre otros capítulos, pero espere el resto, tenga confianza en el relator de estas aventuras.