Después de pesar se conoce la ligereza y el peso de las cosas, midiendo se conoce su longitud. Así es para todo. El medir nuestro pensamiento es muy importante. Pido que Su Majestad considere esto.
La escala, hablando apropiadamente, no permite medir la inteligencia, porque las calidades intelectuales no son comparables y, por lo tanto, no pueden ser medidas por comparación.
El hombre es un auriga que conduce un carro tirado por dos briosos caballos: el placer y el deber. El arte del auriga consiste en templar la fogosidad del corcel negro (placer) y acompasarlo con el blanco (deber) para correr sin perder el equilibrio.
Educar no es dar carrera para vivir, sino templar el alma para las dificultades de la vida.
La vida consiste en ajustarse a las condiciones reales y tomar las cosas como realmente son, no como uno desearía que fueran.
Si uno conoce a los actores y aprende las normas y la jerga, se desenvuelve a la perfección, como en cualquier otro lugar. Hay que ajustarse a la etiqueta local y no cabrear a la gente.