Allí donde se retuerce y se curva el Dragón, por ser una sede cercana a la Verdad, se coloca la Prudencia con sus damiselas Dialéctica y Metafísica; a su alrededor se hallan a la derecha la Astucia, Disimulo y Malicia y a la izquierda la Estupidez, la la Inercia, la Imprudencia.
No digo una palabra: continúo mirando la carne de sus blancos cuellos, bordados de locos mechones; persigo, bajo la blusa y los frágiles atavíos, el divino dorso parejo a la curva de sus hombros.