Es hermoso evitar que otro cometa injusticia, pero si no, también lo es no ser cómplice de la injusticia.
Perdona a todos y perdónate a ti mismo, no hay liberación más grande que el perdón; no hay nada como vivir sin enemigos. Nada peor para la cabeza, y por lo tanto para el cuerpo, que el miedo, la culpa, el resentimiento y la crítica (agotadora y vana tarea), que te hace juez y cómplice de lo que te disgusta.
No hay dolor de que se participe más fácilmente, no hay angustia que tanto llegue al corazón como el de los hijos que han perdido a su madre.
Creo que no soy un buen cantante, pero cuento historias. Hago partícipe a la gente de mis canciones. Tampoco hablo banalidades. Quiero dejar un mensaje, transmitir el testimonio de las personas para que se conozca su historia. Soy un tipo que está atento a lo que pasa. Hablo de temas tabúes y que nadie se anima a contar