¿Le doy miedo a la gente? A lo mejor un poco. La otra semana, tenía problemas con mi novia y me senté en frente del armario y empecé a darle golpes con la cabeza hasta que empecé a ver borroso.
Dicen que el cuerpo es como el armario donde se guarda el alma. Está bien. Sin embargo, a veces, el alma es tan grande que el cuerpo, como grano de anís, se guarda en el alma.