Al hablar de destrucción de fuerzas enemigas hemos de observar que nada nos obliga a limitar este concepto simplemente a las fuerzas físicas, sino que por el contrario, deben comprenderse en ellas, necesariamente, las morales.
Ofrezca siempre una porción limitada de información, para saber la opinión de la otra parte y observar su reacción. Si dice algo repentino, es posible que obtenga una respuesta reveladora