La abundancia de las cosas, aunque sean buenas, hace que no se estimen, y la carestía, aún de las malas, se estima en algo.
El mejor regalo que Dios ha dado en Su abundancia fue la autonomía de la voluntad.
La abundancia de palabras inútiles es un síntoma cierto de inferioridad mental
La abundancia de las cosas consumidas indiscriminadamente se vuelve funesta. Hace imposible orientarse en ella, y así como en los monstruosos almacenes hay que buscarse un guía, también la población, ahogada en ofertas, espera al suyo.