Si no hubiera marineros y fogoneros, el barco no se movería. Si los obreros no trabajan, no entra ni un céntimo en el bolsillo de los ricos. El barco del que hablaba antes ha sido comprado y preparado con el dinero obtenido exprimiendo la sangre a otros trabajadores. Es el dinero que nos han robado a nosotros. Los ricos y nosotros somos como padres e hijos.
Si quitamos un céntimo de mil libras esterlinas, ya no existen las mil libras
Si no hubiera marineros y fogoneros, el barco no se movería. Si los obreros no trabajan, no entra ni un céntimo en el bolsillo de los ricos. El barco del que hablaba antes ha sido comprado y preparado con el dinero obtenido exprimiendo la sangre a otros trabajadores. Es el dinero que nos han robado a nosotros. Los ricos y nosotros somos como padres e hijos.
Para la siembra, simplemente esparzo a voleo centeno o cebada por estos campos durante el otoño, mientras el arroz todavía está en pie. Unas semanas más tarde cosecho el arroz y esparzo su paja sobre los campos. Es lo mismo para la siembra del arroz.
Sólo quería informarle -dijo- que la confianza con que me honran los compañeros no me permite jugar con nada que no sea dinero en efectivo. Por mi parte, claro está, estoy seguro de que con su palabra basta, pero, para el buen orden del juego y de las cuentas, le ruego que coloque la suma sobre la carta.
Mira, tengo ya mucho dinero en cajas fuertes, en un banco de Freeport, que se está malgastando. Lo voy trayendo poco a poco cada vez que necesito comprar material y pagar a los que trabajan para mí. Encontrar a los ayudantes adecuados hoy en día es un problema. A mí me lo hace una azafata de la que creo que me puedo fiar.