Mejor es precaver lo venidero que disputar sobre lo pasado.
Con esta disposición de ánimo, determiné un día refugiarme en la soledad y evitar todo contacto con los hombres. Me dirigí a cierto paraje, no lejos del mar. (...) Me gusta pasar así el rato: puedo conversar conmigo mismo sin estorbo. Para quien ama la meditación no hay parajes tan propios como éstos.
Mi pensamiento soy yo: por eso no puedo parar. Existo por lo que pienso.. y no puedo evitar pensar