Cuando estaba escribiéndola (I'm Not Okay) recordaba que era tener 16 años en la secundaria. Siempre deseé ser artista, así que era el chico solitario que siempre se emborrachaba. Solo tenía un buen amigo. Había una chica que me gustaba mucho y terminó sacándose fotos de muy mala calaña con su novio. Eso realmente me aplastó y terminé nadando en un pozo de desesperación, celos y alcohol
Afortunadamente la incongruencia del mundo es de índole cuantitativa. (consideraciones acerca del pecado)
Varios sucesos de la misma índole terminaron por avivar la naturaleza fiera de los irlandeses, que atacaron a los invasores. Algunos murieron, pero en su mayor parte escaparon gracias a acciones rápidas y ordenadas.
Si una sola célula, en condiciones adecuadas, se convierte en un hombre en el espacio de pocos años, seguramente no puede haber ninguna dificultad para comprender cómo, en condiciones adecuadas, la célula puede, en el transcurso de incontables millones de años, dar origen a la raza humana.
Nos encontramos en los comienzos mismos de la era de la raza humana. No es irrazonable que tengamos o que tropecemos con problemas. Pero hay decenas de miles de años en el futuro. Es responsabilidad nuestra hacer lo que podamos, aprender lo que podamos, mejorar las soluciones, y transmitirlas a nuestros sucesores. Es responsabilidad nuestra dejar las manos libres a las gentes futuras.
Cuando las estadísticas nos dicen que la familia mexicana tiene un promedio de cuatro hijos y medio, nos explicamos por qué siempre hay uno chaparrito
Soy de la opinión que, siendo la Sagrada familia un templo expiatorio (no lo olvidemos: se construye para 'expiar los pecados del egoísmo burgués y del extremismo ateo'), si se hundiese por completo y hubiese que volver a empezar de cero, aún expiaríamos mucho más, que falta nos hace y es de lo que se trata.
El envase de cualquier refresco enterrado en un estrato a veinte metros de profundidad bajo la civilización que entonces se mueva en la superficie de la tierra estará cargado de misterio y de energía.
Desde la película más grande a la más infame, desde la obra literaria más inolvidable al folletín del kiosco más infecto, todo va a quedar en el mismo estrato geológico de mierda que va a formar parte de la costra geológica de la Tierra. Cuando tomas esa perspectiva no te preocupan las pandemias.
No hay diferentes felicidades. Hay sólo una felicidad, que incluye la felicidad gozada cuando se está despierto, la felicidad de todo tipo de criaturas, desde el animal más insignificante hasta el más alto brahmán. Esa felicidad es la felicidad del Yo. La felicidad que se goza en estado de vigilia es una felicidad de segunda mano, derivada de la verdadera felicidad.
Un tipo profundamente feo y borracho de verdad.
Todo lo que hay de bueno en nuestra civilización es resultado del comercio, el clima, el suelo, la situación geográfica, la industria, la inventiva, el descubrimiento, el arte y la ciencia.
El hecho de que exista una minoria privilegiada no compensa ni excusa, la situación de discriminación en la que vive el resto de sus compañeros.
El tono personal lo es todo. Quien no se atiene a él, renuncia a sus libertas interior, que es la única que puede hacer posible la obra.
Orfeo era humano, pero tocaba como un dios, y eso le hizo perder parte de su humanidad y convertirse en semidivino. Lo único que importaba era el tono perfecto, la nota última. Y entonces, como debe sucederles a todos los dioses, él... Se enamoró y volvió a ser humano.
Habría una manera de resolver todos los problemas económicos: colocarle impuestos elevados a la vanidad.
Ellos hicieron un partido inteligente: cortaron mucho el juego. El referí se los permitió también, pero bueno, así se dieron las cosas. Cada uno juega a su manera y hay que felicitarlos, nada más.