Nada es accidental en el universo -ésta es una de mis Leyes de Física- excepto el propio universo entero, que es accidente Puro, divinidad pura.
El mundo en que vivimos puede ser entendido como resultado de la confusión y el accidente; pero, si es resultado de un propósito deliberado, el propósito tiene que haber sido el de un demonio. Por mi parte, encuentro el accidente una hipótesis menos penosa y más verosímil