Las experiencias vividas por los panameños entre 1821 y el establecimiento del Estado Federal Soberano en 1855, significaron una transformación política y cultural que puede estimarse decisiva en la consolidación de la nacionalidad panameña.
Para las élites dominadoras, esta rebeldía que las amenaza tiene solución en una mayor dominación en la represión hecha, incluso, en nombre de la libertad y del establecimiento del orden y de la paz social. Paz social que, en el fondo, no es otra sino la paz privada de los dominadores.