Es preciso que los hombres conozcan el mal para poder evitarlo y entregarse a la práctica del bien.
Es la resistencia habitual de los seres femeninos, porque es propio de la naturaleza de la mujer entregarse bajo la forma de resistencia.
Tolerar al extraviado, sufrirlo, prestarle socorro si llega el caso, pero no transigir ni con el error ni con la mentira.
Quizás lo que haga la voluptuosidad tan terrible sea que nos enseña que tenemos un cuerpo. Antes, sólo nos servía para vivir. Después, sentimos que aquel cuerpo tiene su existencia particular, sus sueños, su voluntad y que, hasta la muerte, tendremos que contar con él, cederle, transigir o luchar. Sentimos (creemos sentir) que nuestra alma sólo es su mejor sueño.
Todas nuestras desgracias no están en lo poco que acabo de contarte y que son cosas pasadas. Aunque hay otras. No quisiera decirlas. ¿Para qué? Aquellos que gustarían, como tú, desposarme y que las conocieran, no avanzarían más. Vale más doblegarse ante el destino.
La democracia es la necesidad de doblegarse de vez en cuando a las opiniones de los demás.
En verdad, si se considera por una parte el arte, la riqueza, el inmenso número de los medios puestos en acción, y por otra parte el fruto insignificante del resultado, es preciso convenir que la vida es un mal negocio, un negocio en el que los beneficios ni siquiera cubren los gastos
...dado que la extensión es divisible, el ser perfecto constaría de partes, cosa que no puede en absoluto convenir a Dios, puesto que es un ser simple. Además, si la extensión es dividida, también es pasiva, lo cual tampoco puede jamás tener lugar en Dios, el cual es impasible y no puede recibir nada en otro, ya que es la primera causa eficiente de todo.
En las argumentaciones utilizamos las palabras en lugar de las cosas porque no podemos disponer de las cosas mismas.
¡El honor! ¡Cómo es posible que otra persona pueda disponer de nuestro honor! ¿No será acaso esto del honor un medio que los hombres hayan empleado para encadenar a las mujeres más fuertemente a ellos?
Si el cuerpo del orden (policia) no puede ordenar su casa tampoco puede organizar la ajena (sociedad).
La razón democrática debe ordenar la esfera de la economía. Sin la condición original que marcó al socialismo clásico, que proponía la abolición de la propiedad privada, un proyecto de izquierda debe considerar los diversos tipos de propiedad, utilizar el sistema de precios y el mercado debidamente regulado e incorporar modos de gestión más eficientes surgidos de la experiencia capitalista.
Con todos sus errores y aberraciones, la Historia con una H mayúscula ha progresado hasta el punto en que se halla hoy gracias a esas revoluciones y a esos avances.
Es una decisión personal que, obviamente, no me corresponde interpretarla, pero su pérdida es mayúscula porque su presencia le dio brillo a este deporte. Lo que ha hecho es inolvidable y que no permanezca, una pérdida.
Convéncete de ahora para siempre, convéncete de que salir de la barca es la muerte. Y de que, para estar en la barca, se necesita rendir el juicio (...) Si te sales de la barca, caerás entre las olas del mar, iras a la muerte, perecerás anegado en el océano, y dejarás de estar con Cristo (...) compañía que voluntariamente aceptaste.
Como decían los griegos: Muchos saben echar piropos, y muy pocos rendir alabanzas.
El supremo arte de la guerra es someter al enemigo sin luchar.
Cuando se marginan del procedimiento democrático la razón y la lógica (cuando ya no tiene sentido someter a debate o discusión las decisiones que debemos tomar), todas las cuestiones que se nos plantean quedan reducidas a algo muy sencillo: ¿quién puede ejercer el poder más bruto?
El diálogo es, sin duda, el instrumento válido para todo acuerdo pero en él hay una regla de oro que no se puede conculcar: no se debe pedir ni se puede ofrecer lo que no se puede entregar porque, en esa entrega, se juega la propia existencia de los interlocutores.
Me siento tan patriota de Latinoamérica, de cualquier país de Latinoamérica, como el que más y, en el momento en que fuera necesario, estaría dispuesto a entregar mi vida por la liberación de cualquiera de los países de Latinoamérica, sin pedirle nada a nadie, sin exigir nada, sin explotar a nadie.