Un día, suavemente, con sus corteses modos, hizo el hombre la jaula para encerrarte allí, y ahora te contempla, apoyado de codos, sobre el hierro prudente que lo aparta de ti
Así como el animal en cautividad recorre a diario la jaula para desentumecer sus patas o mide la longitud de su cadena, así mido yo la longitud de la mía, remontándome hasta la muerte, para desentumecer mis miembros, y hacer más llevadera la vida.