Se llama bueno al que quiere ser siempre el primero, pero también al que no quiere sobresalir en detrimento de nadie
En verdad te digo: de todos los hombres, el más negligente es aquel que disputa inútilmente y trata de sobresalir por encima de su hermano. Di: ¡Oh hermanos! Que las acciones y no las palabras, sean vuestro adorno.