Hoy el mundo se ha transformado en una inmensa carpa de cristal sin salida alguna y nuestra condena consiste en no poder abandonar nunca el tendido y estar obligados a consumir, repetir, comentar y reproducir inexorablemente las imágenes idiotas, violentas y anodinas, que nos sirve la historia a través de un laberinto de espejos.
Un hombre tiene que ser escultura para satisfacer, una mujer para satisfacer solo sonríe, no es lo mismo tener el brazo tendido que la boca abierta