Por la abertura de la doble puerta veía chicos y chicas. Una docena de ellos estaban bailando. La mayoría, de pie los unos al lado de los otros, estaban juntos, por parejas del mismo sexo, con las manos en la espalda, e intercambiaban impresiones poco convincentes con expresión poco convencida.
Tan pronto como te ocupas del bien y el mal de tus semejantes, creas una abertura en tu corazón por la que entra la malicia. Examinar, competir y criticar a otros te debilita y te derrota.
Encontrar un hombre que te ame no te transforma en una cazadora de hombres, porque si lo cazaste, deja de ser un hombre para transformarse en un zorro y el día de mañana abrirá un agujero y se escapará
Los políticos se defenderán astuta y eficazmente, porque no usarán el ataque de los galos, que se desnudaban el pecho, sino la emboscada de los pabellones negros que abren su agujero en la tierra, se ocultan, y el instante menos pensado descargan el rifle a la espalda del enemigo.
Le quiero abrir un boquete al sistema político por donde yo quepa
En el alma de un esclavo no puede hallarse el menor resquicio donde pueda albergarse la virtud, y que ningún hombre sensato puede fiarse nunca de ellos. El más sabio de los poetas (Homero) declara así, refiriéndose a Zeus, nos dice: al hombre que cae en esclavitud, Zeus le priva la mitad de su alma... Las Leyes. Libro VI.
Hay libros cuya belleza formal es tan apretada, tan concluida, tan severa, que nada nuestro puede insertarse en ellos. Su superficie compacta y lisa no nos ofrece resquicio alguno. Nos queda sólo la posibilidad de aquiescencia o de rechazo.
Evitad las menudas superfluidades, porque por una rendija puede naufragar un navío
Como Antístenes, filósofo cínico, tuviese la capa rota y la anduviese enseñando a todos, díjole Sócrates: Por la hendidura de tu capa conozco tu vanidad. Quiso dar a entender que peor era aquella presunción que tenía enseñando su capa rota, que si trajera una vestidura más rica.
¡Yo soy la herida y el cuchillo!
Nuestro país es el mundo, nuestros compatriotas la humanidad. Amamos a la tierra de nuestro nacimiento, solo como amamos a otras tierras. Los intereses, derechos, y libertades de los ciudadanos americanos no son menos estimados por nosotros que aquellos que lo son para la raza humana. De esta forma no podemos permitir una apelación al patriotismo, para vengar cualquier insulto o herida nacional.
Cuando digo, 'salta de un puente de mierda o raja tus muñecas', no es lo que estoy tratando de decir. Es como tener la lengua en la mejilla.
Como Antístenes, filósofo cínico, tuviese la capa rota y la anduviese enseñando a todos, díjole Sócrates: Por la hendidura de tu capa conozco tu vanidad. Quiso dar a entender que peor era aquella presunción que tenía enseñando su capa rota, que si trajera una vestidura más rica.
La felicidad consiste en llenar las horas; en llenar las horas y no dejar un resquicio para que penetre el arrepentimiento o el consentimiento
En el alma de un esclavo no puede hallarse el menor resquicio donde pueda albergarse la virtud, y que ningún hombre sensato puede fiarse nunca de ellos. El más sabio de los poetas (Homero) declara así, refiriéndose a Zeus, nos dice: al hombre que cae en esclavitud, Zeus le priva la mitad de su alma... Las Leyes. Libro VI.
Como Antístenes, filósofo cínico, tuviese la capa rota y la anduviese enseñando a todos, díjole Sócrates: Por la hendidura de tu capa conozco tu vanidad. Quiso dar a entender que peor era aquella presunción que tenía enseñando su capa rota, que si trajera una vestidura más rica.
Yo estableceré aquí una corte donde el arte y la cultura florezca para siempre
Son condiciones esenciales de toda traducción fiel en verso por lo que respecta al proceder mecánico tomar por base de la estructura el corte de la estrofa en que la obra está tallada; ceñirse a la misma cantidad de versos, y encerrar dentro de sus líneas precisas las imágenes con todo su relieve, con claridad las ideas, y con toda su gracia prístina los conceptos.
Cuando digo, 'salta de un puente de mierda o raja tus muñecas', no es lo que estoy tratando de decir. Es como tener la lengua en la mejilla.
Como Antístenes, filósofo cínico, tuviese la capa rota y la anduviese enseñando a todos, díjole Sócrates: Por la hendidura de tu capa conozco tu vanidad. Quiso dar a entender que peor era aquella presunción que tenía enseñando su capa rota, que si trajera una vestidura más rica.
Le quiero abrir un boquete al sistema político por donde yo quepa