La única ternura inalterable es la que siente el perro hacia su amo. Todavía el hijo suele irritarse contra el padre; todavía el padre suele maldecir a su hijo. Sólo el perro sufre una paliza de su amo, y llora de amor por él.
Nada es tan saludable como una paliza en el momento oportuno. De pocas partidas ganadas tengo aprendido tanto como de la mayoría de mis derrotas.
De haber escrito mi propio epitafio este hubiese sido: Tuve una riña de enamorados con el mundo.
El mundo es en gran medida para nosotros una carga o una distracción. No vivimos suficientemente para sentir el golpe de los sentidos, ni siquiera para que nos mueva el pensamiento. Nos oprimen nuestras circunstancias o somos insensibles a ellas
Burdos intelectos, provistos de órganos robustos, han entrado de golpe en la literatura, ¡Y son ellos los que pesan las flores!
¿Qué crees que se va a agotar antes, tu boca o la porra eléctrica? (...) Ahora no cometas ninguna locura. Tener la boca demasiado grande es la causa de la mayor parte de los problemas.
Ahora me han derrotado, pensó. Soy demasiado viejo para matar tiburones a garrotazos. Pero lo intentaré mientras tenga los remos y la porra y la caña.