La mente requiere alguna relajación, ya que no puede ser siempre su inclinación hacia la preocupación y la faena
Si en la lucha el destino te derriba. Si todo en tu camino es cuesta arriba. Si tu sonrisa es ansia insatisfecha. Si hay faena excesiva y mala cosecha. Si a tu caudal se contraponen diques, date una tregua. ¡Pero no claudiques!