Cuando tenga duda, utilice la solución más simple. William de Occam formuló este principio (la navaja de Occam) en el siglo XIV. Dicho en otras palabras: combata las características. Si una característica no es absolutamente esencial, descártela.
Cada ciudad con 800 mil o un millón de habitantes, genera su propia zona prescindible, compuesta por esa gente sin oficio ni beneficio, en el filo de la navaja entre la sobrevivencia y el delito.