Y vi el hermoso cuerpo que parecía como si el amor lo hubiese forjado con su más consumada experiencia plasmando sus armoniosas formas con alegría, elevando esculturalmente la estatura; plasmando con emoción el rostro y dejando a través del tacto de sus manos un sentimiento en la frente, en los ojos, y en los labios.
El tacto es el arte de hacer un punto sin hacer un enemigo
Coretti no sabía vestirse. La ropa era un lenguaje y Coretti un tartamudo de la indumentaria.
Coretti no sabía vestirse. La ropa era un lenguaje y Coretti un tartamudo de la indumentaria.