Todo es júbilo aquí: la alegre máscara del bailarín inmóvil y el asombro de la muchacha sorprendida al borde del acantilado, mientras el viento sueña con alacranes rubios y alfileres que la niebla diluye.
El hijo de puta es un bailarín de ballet. Es el mejor bailarín de ballet que ha existido. Si tuviera la oportunidad, lo estrangularía con mis propias manos