-¡Anda ya! Vete a cagar. Ganas y te comportas así, gilipollas. Vences y te comportas así. Tienes que aprender- (posteriormente) Yo estaba un poco nervioso. Fernando se disculpó por las palabras y ya está todo arreglado
Si es una chica de tipazo despampanante, pero tiene un carácter inaguantable, insufrible, arreglado estás. Si fuma con mucho estilo y baila como un trompo, pero no sabe coser un botón ni hacer una tortilla, arreglado estás. El día que te cases, ¿qué vas a hacer?
Sentí entonces un gozo que casi podría definir como terror (... ). Ésa ha sido, desde entonces, la actitud con la que me he enfrentado a la vida: querer escapar de todo lo esperado con excesivas ansias, de todo lo que previamente había adornado exageradamente con mis fantasías.
Un automóvil de carreras con su capó adornado de gruesos tubos parecidos a serpientes de aliento explosivo..., un automóvil rugiente que parece correr sobre la metralla, es más bello que la Victoria de Samotracia.
A los cinco años me dieron una barba postiza y un disfraz para que hiciera de Santa Claus en una fiesta infantil. Desde entonces, mi destino está ligado a esos trajes. Denme un casco, un caballo y una espada, y en cinco minutos habré compuesto a un héroe de esos con los que el público se emociona.
Este bellísimo sistema compuesto por el Sol, los planetas y los cometas no pudo menos que haber sido creado por consejo y dominio de un ente poderoso e inteligente... El Dios Supremo es un Ser eterno, infinito, absolutamente perfecto.
Siéntate en tu puesto y nadie te hará levantar.
La deconstrucción no es sólo -como su nombre parecería indicar- la técnica de una construcción trastocada, puesto que es capaz de concebir, por sí misma, la idea de construcción. Se podría decir que no hay nada más arquitectónico y al mismo tiempo nada menos arquitectónico que la deconstrucción.
Soy un perro atónito dispuesto a morder a cualquier facha hijoputa que nos quiera joder
Al fin miramos a nuestro alrededor, consultamos nuestras conciencias, levantamos nuestras frentes, sacudimos nuestro letargo, nos inspiramos en nuestras convicciones, dirigimos los ojos hacia la bandera de la patria, y el pueblo ha recuperado su dignidad y se halla dispuesto a sostenerla, aleccionado por el pasado.