Ser atropellado da de verdad bastante miedo. Pasas ese medio segundo donde te dices '¡oh, dios!', cierras los ojos y rechinas los dientes. Tuve que preguntarle al poli si me había muerto.
Paralelepípedo es como queda el atropellado cuando ha pasado sobre él la nube de corredores de una carrera ciclista