Detrás de todo lo que deseamos, siempre aparece algo siniestro, oculto tras un tupido velo.
Yo he visto garras fieras en las pulidas manos; conozco grajos mélicos y líricos marranos...El más truhan se lleva la mano al corazón, y el bruto más espeso se carga de razón
Su pálida frente es un mapa confuso: la abultan montañas de hueso, que forman lo raro, lo inmenso, lo espeso de todos los siglos del tiempo difuso.