Una frase burlona ha decidido en ocasiones la suerte de más de una amistad y tal vez, más de un reino.
Soy especial: me importa mucho la opinión del otro, y en ocasiones me causa mucho daño lo que lleguen a pensar de mí. Por eso también me trauma tanto dirigir: porque es un acto público y me expongo cada vez que mi equipo sale a la cancha. No me gusta que me odien o que me insulten; o siquiera que me interpreten mal.
Es bien sabido que la ciencia y el nacionalismo son cosas que se contradicen, aunque los monederos falsos de la política nieguen ocasionalmente ese saber: pero también llegará ¡por fin! El día en que se comprenderá que sólo para su daño puede ahora toda cultura superior seguir cercada por vallas nacionales.
Un buen perro puede ocasionalmente morder, pero un hombre dispara siempre con una sonrisa.