El universo tiene dos partes: América, ciudadela de la reacción, y el resto de la Tierra, donde moran los que se resisten.
En la medida que el ámbito indígena se difunde y colora a los otros grupos y realidades; en la medida que se proyecta sobre ellos, la diversidad de sangres, cultura e intereses adquiere el frescor rudo de una esperanza inédita, y la sabiduría absorta de quien empieza reconocer su fortaleza
Es más fácil dar consejos que sufrir con fortaleza la adversidad