Mi alma feliz es como nuestro cuarto cálido cuando sé que está nevado y las calles se visten de blanco.
Tengo más claro cada día que no se debieron celebrar las elecciones a los tres días del 11-M (...) El atentado fue un acto de coacción destinado a distorsionar el resultado
Sólo quería informarle -dijo- que la confianza con que me honran los compañeros no me permite jugar con nada que no sea dinero en efectivo. Por mi parte, claro está, estoy seguro de que con su palabra basta, pero, para el buen orden del juego y de las cuentas, le ruego que coloque la suma sobre la carta.
En cuanto al recuerdo de Rodolphe, había descendido a lo más recóndito de su corazón, y allí permanecía, inmóvil y solemne, como momia regia en su subterráneo. De aquel gran amor embalsamado se escapaba un efluvio que, atravesándolo todo, aromaba con su ternura el inmaculado ambiente en que quería vivir.