Que cada uno se contente con ser honesto, quiero decir con cumplir su deber y no fastidiar al prójimo, y entonces todas las utopías virtuosas se verán rápidamente rebasadas.
La felicidad, por lo menos en parte, puede definirse como el fruto del deseo y la aptitud para sacrificar lo que queremos ahora por lo que queremos finalmente.
No había podido decidir entonces qué instintos debían reprimirse y qué parte de su yo debía sacrificar a la sociedad en la que se disponía a entrar.
Nosotros consideramos que el sentimiento del deber, profundamente arraigado en una naturaleza de hombre, es capaz de contener por tres horas el mar de demencia que lo está ahogando. Pero de tal heroísmo mental, la razón no se recobra.
Por juego, cargué a mi madre en la espalda sin poder contener el llanto ni avanzar más de tres pasos ¡Pesaba tan poco!
La libertad cuesta muy cara y es necesario o resignarse a vivir sin ella o comprarla a su precio
La verdadera grandeza del hombre es saberse mediocre, y no resignarse a ello sino encontrar en ello su ley.
¿Quiénes son los guardianes de la historia? Los historiadores, naturalmente. Las clases educadas, en general. Parte de su trabajo es la de conformar nuestra visión del pasado de manera que sostenga los intereses del poder presente. Si no lo hacen así, serán probablemente marginados de una manera o de otra
El buen procedimiento consiste en ser en todo sincero y conformar el alma con voluntad universal, esto es, hacer con los demás lo que yo deseo que ellos hagan conmigo.