La felicidad es un usurero que, por un cuarto de hora de dicha que te presta, te hace pagar todo un cargamento de desgracias.
Los únicos testigos que prueban el éxito de un especulador de Bolsa son sus herederos
Desde que tu no me quieres yo quiero a los animales, y al animal que más quiero es al buitre carroñero.
La Quinta del buitre es el timo de la estampita