Es simpleza o necedad llorar por lo que no se puede remediar. Dejemos llorar al que dolor tiene, que las lágrimas y suspiros muchos desenconan el corazón dolorido
Uno se da cuenta de que es desgraciado y miserable pobre y está ciego y desnudo, y con rostro de fantasma dolorido y amargado camina temblando por la pesadilla de la vida