Toda la estructura de la biología ortodoxa aún sostiene que la vida se produjo gracias al azar. No obstante, a medida que los bioquímicos profundizan en sus descubrimientos acerca de la tremenda complejidad de la vida, resulta evidente que las posibilidades de un origen accidental son tan pequeñas que deben descartarse por completo. La vida no puede haberse producido por casualidad
Ninguna actividad humana guarda una relación más universal y constante con el azar como la guerra. El azar, juntamente con lo accidental y la buena suerte, desempeña un gran papel en la guerra.
Un investigador cuantitativo es el que no sabe lo que hace, un investigador cualitativo es el que sabe lo que hace.
Me parece que una sociedad auténticamente nueva no puede nacer en ausencia de un incremento cualitativo y compartido de la libertad y de la democracia.