Llorando la ausencia del galán traidor la halla la luna y la deja el sol, añadiendo siempre pasión a pasión, memoria a memoria, dolor a dolor.
SOPAS, no hay nadie..pero timbraron ¿sera el doctor Galan que vino a jalarle las patas a toda la clientela del edificio?
En la miseria de la memoria reconoces por primera vez a los ciegos, llenos de agua cobriza, por sus magulladuras y sigues sus huellas, tú, desconocido y desamado por ti, ciego y lazarillo al tiempo...