Incluso este París fastidioso y enfermo parece acoger a los jóvenes soles, y como con un inmenso abrazo tiende los mil brazos de sus tejados colorados.
El secreto de no hacerse fastidioso consiste en saber cuando detenerse.
¡Cuán tedioso es un cuento contado de nuevo!.
Les diré cómo sobreviví. Les diré que en las malas mañanas, se siente imposible encontrar placer en algo porque tengo miedo de que pueda serme arrebatado. Ahí es cuando hago una lista en mi cabeza de cada acto de bondad que he visto a alguien hacer. Es como un juego. Repetitivo. Incluso un poco tedioso después de más de veinte años. Pero hay juegos mucho peores que jugar.
(...) un entrenador omnipotente, omnipresente y malasangre, un quejica que acusa a otros siempre, un individuo dictatorial, ensuciador y enredador, soporífero en sus declaraciones, nada inteligente, mal ganador y mal perdedor, y que, como dijo Di Stéfano, hace que el Madrid juegue como un ratón mientras el Barça juega como un león.
Hollywood era un barrio tranquilo y monótono de Los Ángeles, con palmeras marchitas, edificios despintados, tiendas baratas y cines llamativos.
Una nación no es necesariamente el alunamiento monótono de los mismos, sino la capacidad social y política de asimilar y molturar todo lo que va llegando por vía guerrera o comercial o puramente vivencial.
El Sur está cansado de arrastrar muertos a la orilla de las ciénagas de malaria, está cansado de soledad, cansado de cadenas, está cansado en su boca de las blasfemias de todas las razas que han gritado muerte con el eco de sus pozos, que han bebido la sangre de su corazón.
Vivimos en una época en la cual el ocio es más cansado que el trabajo
Toda la hueste cristiana está derrotada y Dios desde lo alto ha castigado mi maldecido y odioso perjurio. ¡Oh, justo y terrible castigador de pecados, haz que el deshonor de los dolores que siento en esta mi mortal y harto bien merecida herida, termine mi penitencia con mi repentina muerte! Y haz que esta muerte, siquiera muera yo en pecado, engendre una segunda vida de eterna clemencia.
Al que se ve colmado de conveniencias, las ajenas desgracias poco le inquietan; porque es muy cierto que el harto no se acuerda del que está hambriento.
Como joven, como hombre desinteresado y al servicio de los pueblos, entro a la vida política, no para tener la Provincia a mi servicio, ni para explotarla, sino para ponerme al servicio de ella y laborar incansablemente por su pronto resurgimiento
La amistad es un tráfico desinteresado entre iguales. Variante: La verdadera amistad es un desinteresado intercambio de atenciones entre iguales.
El hombre, abrumado constantemente por las cargas de la familia, pierde hasta la libertad de ser honrado y el derecho de ser feliz.
Me vi abrumado de felicitaciones, bendiciones y abrazos. Yo lo recibí todo con manos temblorosas, labios fríos, cerebro vacilante y un corazón que se me había vuelto de piedra. Todo desfilaba ante mí como un sueño. Observaba aquel desfile sin pensar siquiera en quién iba a ser la víctima.
No hay nada en el mundo que pueda compararse con un rostro humano. Es una tierra que uno no se cansa jamás de explorar, un paisaje (ya sea árido o apacible) de una belleza única. No hay experiencia mas noble, en un estudio, que la de constatar cómo la expresión de un rostro sensible, bajo la fuerza misteriosa de la inspiración, se anima desde el interior y se transforma en poesía.
Si hay algo seguro en este apestoso estercolero del mundo, es el amor de una madre. Tu madre te trae al mundo; te lleva primero dentro de su cuerpo mismo. ¿Qué es lo que sabemos acerca de sus sentimientos? Pero, sea lo que sea, lo que ella siente es, por lo menos, algo verdadero.
Un aire de caricias ondula la marea castaña de tu pelo con luz que balbucea.
Una foto es algo que nos toma de la mano y nos dice: ven a ver. El problema no es sólo qué es lo que nos lleva a ver, sino, sobre todo, la forma en que nos llevan. Si en la otra mano de la foto, van la verdad y el afán de justicia, entonces vale la pena el viaje. Si no es así, entonces más vale velar el rollo y la vida
Salir, beber, el rollo de siempre, meterme mil rayas, hablar con la gente y llegar a la cama y ¡joder!... qué guarrada sin ti.
Cuanto más creativo es un hombre, más rutinario es en los detalles insignificantes de la vida. Sólo una cosa les exige: que no detenga su atención.
Cuando Bill Thompson (editor) me llamó para darme la noticia, pensé que sólo hablaría de u$s 5. 000 o algo parecido. ¡Pero él dijo U$S 400. 000! Mi esposa no estaba en casa y lo único que pude pensar en hacer fue salir corriendo a comprarle un secador de pelo. Corría a los tropezones por la calle y pensé que si no prestaba atención podía ser atropellado por un auto...